#1 CONSUME PROTEÍNAS
Las proteínas le permiten al cuerpo fabricar los anticuerpos que necesita para defenderse contra virus y bacterias. La cantidad recomendada de proteína para un adulto es 0.8 a 1 gramo de proteína, por kilogramo de peso.

¿Qué alimentos contienen proteína? Pescado, pollo, carnes magras, huevos, lenteja, quinua, soya, y productos lácteos bajos en grasa.

#2 DUERME LO NECESARIO

El sueño y la inmunidad se relacionan estrechamente. Cuando duermes poco, o tienes mala calidad de sueño, eres más susceptible a enfermarte. Dormir bien, fortalece naturalmente tu sistema inmunológico. Los adultos deberían tratar de dormir, al menos 7 horas. Los adolescentes necesitan descansar entre 8 y 10 horas. Los niños más pequeños, y los bebés precisan hasta 14 horas diarias de sueño.

¿Te cuesta conciliar el sueño?

Puedes seguir una rutina para dormir:

- Limita el tiempo de uso de las pantallas: Media hora antes de acostarte, evita utilizar celular, computadora, y tv.

- Procura dormir en una habitación oscura.

- Intenta acostarte a la misma hora todas las noches.

- Ejercita regularmente, y hazlo máximo una hora antes de dormir.

#3 COMPLEMENTA TU ALIMENTACIÓN SABIAMENTE

Por el ritmo de vida ajetreado, y los alimentos procesados que consumimos diariamente, tenemos deficiencias de nutrientes, vitaminas y minerales. Para que el sistema inmunológico se fortalezca, necesitamos complementar nuestra alimentación de forma natural.

¿Cómo saber si faltan nutrientes, vitaminas, y minerales en el organismo?

El cuerpo da señales constantemente. Síntomas como debilidad, cansancio crónico, dolor muscular, migraña, etc., indican que algo sucede en el organismo. En estos casos, debes acudir a un nutricionista, para recibir la guía pertinente a tu caso.

Los estudios demuestran que las vitaminas y minerales tienen un efecto positivo en el cuerpo, mientras no exista deficiencia de magnesio. Entonces, lo primero es saber si tu cuerpo tiene los niveles adecuados de magnesio, para luego, identificar qué vitaminas y minerales debes incluir en tu dieta.

Complementar tu alimentación sabiamente, quiere decir, agregar vitaminas y minerales, que no obtenemos de nuestras comidas diarias.

#4 REALIZA ACTIVIDAD FÍSICA

Cuando te ejercitas, se producen hormonas como: serotonina, dopamina, vasopresina, y hormona del crecimiento. Cada una está estrechamente relacionada al bienestar del organismo, la estabilidad mental, y la tranquilidad.

Realizar actividad física puede reducir la ansiedad y el estrés, aumentando las defensas naturalmente.

¿ Cómo limitar el consumo de azúcares añadidos?

Inicia con pequeñas caminatas de 30 minutos. También, puedes acudir a plataformas como YouTube, y realizar entrenamientos sin costo alguno. Comienza poco a poco, pero hazlo constantemente.

#5 EVITA LOS AZÚCARES AÑADIDOS

Los azúcares añadidos contribuyen a generar sobrepeso, obesidad, diabetes tipo 2, y enfermedades cardíacas. Reducir tu consumo de azúcar puede disminuir la inflamación, y el riesgo de desarrollar estas afecciones.

Sin lugar a dudas, las enfermedades de base debilitan el sistema inmunológico, por eso, limitar la ingesta de azúcar es una forma ideal de fortalecer tu organismo.

¿Cómo limitar el consumo de azúcares añadidos?

Busca opciones más naturales para endulzar tus alimentos. Puedes agregar hojas de estevia, miel, e incluso aprovechar el azúcar natural de las frutas.


CUANDO EL ORGANISMO TIENE LOS NUTRIENTES Y RECURSOS NECESARIOS, ES CAPAZ DE SOBREPONERSE ANTE UNA ENFERMEDAD, O UN VIRUS.